Carta para mi abuelo, feliz 94 años
Hoy es 8 de Marzo, el cumpleaños de mi abuelo, papá Juan, 8 meses desde que se fue de este mundo. Este blog es una carta para él, contándole cómo está la familia, mi duelo y quienes más se fueron con él.
Querido papá Juan,
Me encantaría visitar tu casa otra vez, repetir el 8 de marzo del anterior año. El último cumpleaños que festejamos era un lunes, un día en medio de la pandemia, llevé tu almuerzo junto a mi perrito para celebrarte, estabas en la sala viendo las noticias, te alegraste porque llevé pipocas.
La última vez que te vi fue cuando llegaste a mi casa de repente, un jueves a las 9 am, estabas sentado en las gradas del vecino descansando, yo estaba saliendo hacia la universidad. Desde lejos te vi, pensé que eras algún señor parecido a mi abuelo y por casualidad me acerque, eras tú, abrí la puerta y llamé a mi hermana para que te ayude a subir las gradas de la casa, yo me fuí rápido. Mientras lo recuerdo pienso que me hubiera gustado acompañarte, invitarte un jugo y llevarte a tu casa.
Te fuiste tan rápido, todos hicieron lo posible en acompañarte, fue difícil saber qué moriste en la sala de covid, sin familiares cerca de ti, espero que te hayas ido tranquilo y sabiendo que toda la familia te quiere. La noche que falleciste soñé contigo, estábamos en tu casa y te abracé, gracias por despedirte así. Fue complicado aceptar que te fuiste, hubieron días que caminaba hacia tu casa para visitarte y paraba bruscamente porque recordaba que ya no estabas, me sentaba en la calle llorando.
Te cuento que después de unos meses falleció mi tío, tu yerno favorito, también la hermana de mi abuela. El anterior año fallecieron 4 familiares, todavía me cuesta hablar de tí y de los tíos en pasado. Te cuento un secreto, cuando mis papás se contagiaron de covid, mi mamá se despidió de mí, decía que si ella se iba al hospital no iba a salir viva, me recomendó que cuidara de mi hermana, donde estaban los papeles de la casa y demás. Me sorprende como amigos y primos que perdieron a sus padres siguen trabajando, creo que mi mundo se derrumbaría y necesitaría meses para volver.
Hace unos meses mientras pensaba en este día, quería ir a visitarte en el cementerio de tu pueblo, conducir el auto representando que ya estoy tomando el papel de hermana mayor y llegar hasta el lago para descansar y contar tus historias. Los planes cambiaron, estoy viviendo en otra ciudad, ayudando a mi prima, después de la muerte de su papá ella tuvo que dirigir la empresa y mudarse, estaré aquí unos meses con ella. Te prometo que cuando vuelva iré a visitarte, llevaré pipocas y flores.
Adiós papá Juan, gracias por cuidarnos, te mando un gran abrazo.